Con su trazado laberíntico y aire decadente el barrio de Ribeira es una de las señas de identidad de la ciudad de Oporto. A sus pies, cargado de un caudal de historia, fluye el Duero. Por este río navegaban antiguamente los «rabelos» que transportaba los toneles del vino. Debido al gran éxito del vino de Oporto en Gran Bretaña, desde el siglo XVIII se asentaron un buen número de compañías británicas en Vila Nova de Gaia (en la otra orilla). Entre ellas Sandeman, cuyo figura del hombre de la capa (Don Sandeman) ya forma parte de la iconografía de Portugal.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©