Desde los arenales del Loira, el viajero puede gozar de una panorámica imponente de Amboise. Esta ciudad señalada por la Historia, tuvo a ilustres personalidades entre sus vecinos. El rey Francisco I, entusiasta del lujo y admirador del arte renacentista, invitó a diversos artistas italianos a trabajar en su corte. Entre ellos estaba Leonardo Da Vinci, que residió desde 1516 hasta su muerte en esta villa. Dicen que en su equipaje traía valiosos manuscritos, planos de fantásticos ingenios y obras maestras como la Mona Lisa. Los restos de este genio del Renacimiento se conservan en la capilla de St. Hubert, dentro del Chateau de Amboise.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©