Dordoña irresistible

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Beynac-et-Cazenac. Dordogne (Perigord) FRANCIA

El entorno natural del río Dordoña apasiona inevitablemente a todo viajero. La orografía karstica de esta comarca del sur de Francia está salpicada por frondosos bosques de robles y castaños. Sus tonalidades ocres y verdosas se reflejan en un río impoluto, que se torna de color esmeralda. La acción humana en este espacio casi inalterado se manifiesta en la presencia de varias villas medievales, que se asoman al río sobre elevados promontorios. Una de las localidades más cautivadoras es sin lugar a dudas  Beynac. Al atardecer descendemos por sus callejones empedrados, y descubrimos una visión del valle que enamora.

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©

 

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Vendôme entre canales

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Desde la Rue de Antoine de Borbon (Vendôme)  Loir et Cher. FRANCIA

Sobre un grupo de islotes del río Loir se construyó hace siglos una de las villas más más pintorescas de Francia. Su ubicación, en la antigua frontera entre reinos feudales de Francia e Inglaterra, hizo que cambiase de manos en varias ocasiones durante la guerra de los Cien Años. Su monumento más destacado es la Iglesia de La Trinité, en la que sobresale su prominente campanario románico de  80 metros de altura.  La localidad conserva de forma admirable su gran patrimonio. Numerosos palacetes neoclásicos se entremezclan aquí con vestigios de viviendas medievales. En esta pequeña localIdad, donde el agua resulta omnipresente, no sorprende que todo el centro histórico esté rodeado de canales. Sus riberas fueron acondicionadas para crear bellos y coloristas jardines, constituyendo uno de los atractivos más singulares de Vendôme.

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©

Saint-Émilion, gran reserva

Saint Emilion

Place de L’Église Monolithe .Saint-Émilion (Aquitania) FRANCIA

Uno de los vinos de mayor prestigio mundial se produce en la comarca aquitana de Saint-Émilion. Estas tierras situadas entre Burdeos y Bergerac deslumbran por sus infinitos viñedos, bodegas centenarias y monumentales châteaux. Después de transitar por un entramado de carreteras secundarias, el viajero descubrirá en el horizonte la inconfundible silueta de Saint-Émilion. En el interior del recinto amurallado, se esconde un entramado de calles empedradas que desembocan en la vieja plaza del Mercado. Una peculiaridad de esta villa es que su subsuelo está horadado por numerosas galerías, que cumplen las funciones de bodegas.

* La Jurisdicción de Saint-Émilion ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad (1999)

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©

La pucelle y Chinon

Chinon

Chinon (Loire-et-Indre) FRANCIA

Hay un pasaje muy destacado en los libros de Historia de Francia que sucedió en la villa de Chinon. El 6 de marzo de 1429 llegó a esta localidad la joven Juana de Arco. Su objetivo era convencer al futuro rey Carlos IV de que ella si sería capaz de vencer a los ingleses, que es ese momento sitiaban Orleans. Esta escena que marcaría el inicio de le epopeya de la pucelle, trascurrió en el castillo de Chinon. Esta fortaleza, que ha sido restaurada hace pocos años, se alza imponente sobre la vieja ciudad medieval. Descendiendo desde el castillo, el viajero atravesará un intricado laberinto de calles que le conducirán hasta el apacible río Vienne.

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©

Oña, crónica milenaria

Oña (Burgos) ESPAÑA

Plaza del Ayuntamiento de Oña, durante las fiestas patronales  (Burgos) ESPAÑA

La villa milenaria de Oña fue una de las localidades más importantes de la Castilla medieval. En esos años de esplendor se fue labrando un soberbio patrimonio artístico. Además del Arco de la Estrella, la muralla y la Iglesia de San Juan resulta indispensable una visita al Monasterio de San Salvador. Dentro de esta monumental joya arquitectónica, donde destaca su Iglesia abacial, encontraremos vestigios artísticos que de la época romana y valiosas muestras de arte gótico, mudéjar o barroco. En el verano, los ciudadanos de esta localidad representan el Cronicón de Oña, donde se reviven pasajes de su época medieval.

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©