Sobre un grupo de islotes del río Loir se construyó hace siglos una de las villas más más pintorescas de Francia. Su ubicación, en la antigua frontera entre reinos feudales de Francia e Inglaterra, hizo que cambiase de manos en varias ocasiones durante la guerra de los Cien Años. Su monumento más destacado es la Iglesia de La Trinité, en la que sobresale su prominente campanario románico de 80 metros de altura. La localidad conserva de forma admirable su gran patrimonio. Numerosos palacetes neoclásicos se entremezclan aquí con vestigios de viviendas medievales. En esta pequeña localIdad, donde el agua resulta omnipresente, no sorprende que todo el centro histórico esté rodeado de canales. Sus riberas fueron acondicionadas para crear bellos y coloristas jardines, constituyendo uno de los atractivos más singulares de Vendôme.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©