Óbidos, tierra y piedra

OBIDOS

Rua Direita de ÓBIDOS . PORTUGAL

«Para el viajero, Óbidos no es sólo una tierra con personas, calles excesivamente floridas, buenas pinturas y buenas esculturas. Es también un lugar del paisaje, un accidente, una arruga de tierra y piedra».

José Saramago (Viaje a Portugal)

En el centro de Portugal, entre suaves colinas rebosantes de viñedos, se aparece ante nuestros ojos un pueblo amurallado al que llamaron Óbidos. Atravesando la Porta da Vila, accedemos a un entramado de estrechas calles adoquinadas. Sobre las blancas fachadas de sus casas, una multitud de bungavillas y geranios exhiben todo su color. Aunque en 1755 un fuerte terremoto derrumbó gran parte de la ciudad, esta villa centenaria ha sabido conservar su legendaria belleza. Una muestra del poder romántico y cautivador de Óbidos es lo que sucedió en el año 1282. El rey Don Dinis, con el fin de declarar su gran amor, se la ofreció como regalo de bodas a su esposa.

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©

 

Playa Mira y la xávega

Praia Mira PORTUGAL
Praia de Mira (Coimbra ) PORTUGAL

Un fuerte viento sacude las arenales de la Costa de la Luz. Es un día luminoso y sus infinitas playas de arena blanca se pueblan de turistas y amantes del surf.  Podría ser esta una imagen tópica de una moderna zona turística. Pero al pie de unas dunas, descubrimos vestigios de otra época. Allí un grupo de coloristas barcazas, rodeadas de un mar de  mallas de pesca, nos recuerda el arte de la xávega. Esta práctica consistía en soltar desde una embarcación unas inmensas redes,que posteriormente eran arrastradas por parejas de bueyes. Una estampa tan tradicional que ha ido abandonándose; ahora son los tractores los que tiran de las redes.

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©

 

 

 

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Lisboa. Santa Lucía.

 

Alfama (Mirador de Santa Lucía) LISBOA-PORTUGAL

Mirador de Santa Lucía (Lisboa) PORTUGAL

Un vetusto tranvía asciende por las empinadas cuestas que llevan a la parte alta de Alfama.  Se abren sus puertas y grupo de turistas caminan en tropel hacia un gran balcón que mira al Tajo. Lisboa que está repleta de de enclaves panoránicos, tiene en el mirador de Santa Lucía uno de sus lugares más visitados. Alzando la vista sobre los tejados rojizos de las casas de la ladera, se contempla el estuario del Tajo en toda su inmensidad. Esa Alfama  que recibe hospitalaria a miles de turista representa también a la Lisboa del Fado y de los pescadores. Un barrio abierto donde supieron convivir judíos, musulmanes y cristianos. Un popular fado lo explica así: «Alfama toda parece un gran casa sin ventanas»

Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©