Un fuerte viento sacude las arenales de la Costa de la Luz. Es un día luminoso y sus infinitas playas de arena blanca se pueblan de turistas y amantes del surf. Podría ser esta una imagen tópica de una moderna zona turística. Pero al pie de unas dunas, descubrimos vestigios de otra época. Allí un grupo de coloristas barcazas, rodeadas de un mar de mallas de pesca, nos recuerda el arte de la xávega. Esta práctica consistía en soltar desde una embarcación unas inmensas redes,que posteriormente eran arrastradas por parejas de bueyes. Una estampa tan tradicional que ha ido abandonándose; ahora son los tractores los que tiran de las redes.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©
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