Sobre el río Moldava aflora el islote de los alfareros de Praga . Aquí se asentaba este gremio y tenían lugar sus famosos mercados. Para abastecer de agua a los diversos molinos de la Kampa se creo un canal llamado la Zanja del diablo. Por éste navegan ahora las canoas, lo que hace que reciba el nombre de la pequeña Venecia. El jardín inglés que hay un extremo de la isla la convierten en un rincón apacible. Caminando uno metros llegamos a la ribera de la isla, donde nos atrapará la presencia del puente de Carlos.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©