En el occidente de Provenza encontramos una de la las localidades más cautivadoras de toda Francia. Caminando por sus calles serpentantes, el viajero ascenderá hasta su vetusto castillo, donde disfrutará de una panorámica deslumbrante del valle. Ese paisaje de olivos y cipreses, ha servido de inspiración a pintores como Chagall o Vaserely. En los meses de verano, esta villa de tonos ocre rebosa alegría y vitalidad. Además de los turistas, se acercan hasta Gordes numerosas personas que acuden a presenciar sus célebres veladas culturales. En varios de sus rincones idílicos, un público maravillado asistirá a representaciones obras teatrales y gozará de música en directo.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©