Para sorpresa de muchos: ¡Hungría tiene mar! A 100 Kms. de Budapest descubrimos el mayor lago de agua dulce de Europa. Este enclave es un paraíso ornitológico y lugar muy apreciado por los bañistas (hay infinidad de playas y en verano la temperatura del agua alcanza los 25º). Las familias acomodadas del imperio austro-húngaro acudían a veranear a sus riberas. Durante la etapa de la República Popular se convirtió en el destino preferido de los altos cargos pro-soviéticos de la Europa Central, adquiriendo el calificativo de la Riviera socialista.
En un extremo del lago emerge la península de Tihany. Tapizada de campos de lavanda y viñedos, esta lengua de tierra está coronada por una abadía barroca. Sus torres, como un faro varado en la costa,deslumbran en el extenso mar de Balatón.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©