Amanece en el valle del Po y las brumas matinales se desvanecen lentamente. Sobre la ribera del Lago Inferior, ya se va dibujando la fachada de la ciudad lombarda de Mantua. Las sombras de la cúpula de la abadía de Sant’Andrea y las torres del castillos de San Giorgio se reflejan sobre las serenas aguas. En esta villa de calles adoquinadas y de plazas racionales, el urbanismo renacentista encuentra su máxima expresión. La antigua Mantus es un localidad repleta de joyas arquitectónicas, como su Palacio Ducal del siglo XIV. Desde este edificio, la dinastía de los Gonzaga gobernó durante décadas este legendario ducado. Uno de sus miembros fue convertido por Verdi en protagonista de su ópera Rigolletto, ( el libreto está ambientado en la Mantua del siglo XVII). Toda la obra y en especial La donna è mobile, estarán eternamente unidas con con esta ciudad.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©