Con los últimos rayos de la tarde las murallas de la vieja Ragusa se subrayan sobre el Adriático . Esta bella ciudad que ha sobrevivido a terremotos y bombardeos resiste ahora a la invasión de miles de turistas . En una pequeña playa los últimos bañistas del día combaten el sofocante calor. Ha sido un tórrido día de Agosto y un baño al pie de las murallas resulta inolvidable.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©