Sobre una colina de la Tierra de Campos se alza la vieja muralla de Urueña. Sus lienzos, compuestos de robusta mampostería, acogen a un caserío de adobe y sillería. Dentro de estos muros defensivos de más de ocho siglos, la villa de Urueña conserva plena vitalidad. En esta localidad de 200 habitantes existen diez museos y otras tantas librerías. ( ha sido declarada Villa del Libro en 2007). Al pie del adarve de los centinelas, los niños del pueblo recorren despreocupados los polvorientos caminos: se sienten todavía protegidos por la antigua muralla.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©