Tomar un baño de aguas termales en el centro de una gran capital europea no es un lujo inalcanzable. En el gran complejo acuático de Szèchenyi ,de titularidad pública, se puede disfrutar de más de 20 piscinas y saunas a precios asequibles. Todas ellas están dentro de un espacio majuestuoso, formado por palacetes neobarrocos y deslumbrantes esculturas. Los magiares acuden con regularidad a baños como estos en cualquier época del año. En pleno invierno, cuando la temperatura ambiental es inferior a 0ºC, las piscinas exteriores de Szèchenyi hierven a 37ºC. Dentro de esas cubetas humeantes decenas de personas juegan relajadamente a la ajedrez . Desde hace décadas, los más poderosos y el pueblo llano vienen compartiendo disipados baños y animadas partidas . Esta forma de entender la cultura termal, tan arraigada entre los húngaros, no entiende de elitismos.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©