En una travesía por el occidente de la comunidad riojana descubriremos con asombro un inmenso mar de viñedos. Entenderemos porque en este territorio, enmarcado entre altas sierras y regada por ríos caudalosos, se producen vinos de fama internacional. Pero si profundizamos en nuestro viaje y nos detenemos en sus pueblos, las sorpresas pueden ser otras. La Rioja Alta conserva un patrimonio excepcional, poblado de monasterios, castillos y construcciones tan peculiares como los chozos y guardaviñas. Arte,Historia y una cultura vinícola centenaria se funden en un paisaje cautivador; y que nada tiene que envidiar a las tan valoradas Toscana o Provenza.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©