Roma, 15 de Agosto. Avenidas y plazas amanecen desiertas y silenciosas. Gran parte de los comercios y restaurantes permanecen cerrados. Son pocos los vehículos que circulan y apenas se vislumbran taxis o autobuses.Por las aceras solitarias sólo deambula algún que otro turista despistado.
No ha sucedido ningún fenómeno paranormal en la ciudad eterna. Ocurre siempre los quince de agosto: es el ferragosto. Hoy miles de romanos huyen del sofocante calor y emprenden un éxodo masivo hacia la costa.Un motorista acelera repentinamente; sabe que detrás de los muros de la ciudad espera la playa.
Autor de foto y texto: Alfredo Medina ©
Cojonuda foto, excelente texto ;)